Desde entonces, cada vez que hemos tenido que ir al médico, lo ha pasado muy mal, empezaba a llorar en cuanto le quitaba la ropa y hasta que no nos ibamos no paraba. Por desgracia para ella, han sido muchas revisiones debido a su prematureidad, a las que hay que añadir las normales.
En un intento de normalizar las visitas al médico se me ocurrió hacer un juego de médicos con su bebé, y le preparé una bandeja con todos los elementos que puede ver durante su revisión.
Comencé haciéndole la bata de doctor, para ello cogí una bolsa de basura (tamaño papelera) y la recorté por los lados y le hice el agujero de la cabeza y el cuello de solapas de la bata, con un rotulador permanente le dibujé los botones y un bolsillo.
En la bandeja había un fonendoscopio (0.75 € ), vendas (un trozo de un trapo viejo), una jeringuilla, una paletina (cortesía de starbucks), tiritas, la regla (no sale en la foto pero lo hice con un cartón forrado de blanco y le pinte la regla) y un metro viejo cortado por la mitad.
Le hice la presentación: Hoy Julia vamos a llevar al bebé al médico porque tiene que ir de revisión para saber si está bien, le vamos a ver el corazón (fonendo), a ver cuánto a crecido (la regla), y ¿cuánto le medirá la cabeza? (metro)...
Invitación: ¿quieres ver cómo esta el bebé tú?
Resultado: Cogió al bebé y se lo llevó a otro lado diciendo que no! no! no!
Le puse la bata y la disgusté muchísimo.
Al final, le vendó, y le midió, pero nada más.
Yo acabé la actividad pensando que al día siguiente lo iba a pasar fatal otra vez.
Pero sorpresa, cuando pasamos a la consulta y la subí en la camilla la empecé a desnudar y no lloró, tampoco lo hizo cuando el pediatra la revisó, ni tampoco cuando la midieron la cabeza, ni cuando la pesaron. Estuvo GENIAL. Estoy muy contenta por ella, porque era muy desagradable verla llorar, de esa manera.