La preocupación de cualquier madre es que su hija esté bien alimentada y sana.
En mi caso al nacer prematura y con bajo peso, la preocupación se multiplica, ya que desde que sabes que va a nacer antes de tiempo (rompí aguas a las 33 semanas de gestación) te hablan del poco peso y la necesidad de que engorde.
Yo he pasado épocas de distinto nivel de preocupación / importancia al tema de la comida.
Desde estar cada minuto del dia pensando en que debe de comer más porque tiene que engordar (codigo 3, alarma roja) a la fase de me da igual lo que coma, yo la veo sana, alegre y no para (codigo 1, sin alarma).
El invierno ha sido duro y MiniJu ha pasado por nuevas muelas, gastroenteritis, y lo último amigdalitis.
Asi que he empezado a acercarme a la alarma roja.
Cuando se pasa un tiempo sin comer luego le cuesta coger ritmo, esto quiere decir, que prueba dos bocados y se cansa/aburre de comer (esta es la perspectiva de la alrma roja), asi que el remedio más efectivo es ofrecerle alimentos variados en pequeñas cantidades.
En este caso: Manzana, mortadela de aceitunas, quesito, salchichón y galletitas saladas.
El resultado es que lo primero que se comió fue la manzana, después las galletas y la mortadela, el salchichón se mareó de las vueltas que dió y el quesito sirvió para comprobar su textura metiendo el dedo en él.