Desde siempre he querido que MiniJu sea libre para elegir lo que le apetece hacer en cada momento, y hasta ahora nos ha funcionado bastante bien.
Yo puedo preparar actividades que se me ocurran o que vea interesantes, en Internet o en algún libro, pero sólo hago eso, prepararlas, ofrecerle los materiales y ver que pasa.
Otras veces es ella quien elige lo que quiere hacer, bien porque vea algo que le recuerde un juego, como por ejemplo, cuando yo escribo alguna de mis listas de organización (últimamente he avanzado bastante), ella me pide pintar.
Y no voy a negar que siempre intento colarla alguna cosilla que tenia pendiente, aprovechando la demanda del momento, eso si, si no cuela, no cuela, y hace lo que ella quiere.
Algunos pensarán que la consiento, porque al final siempre acaba haciendo lo que ella quiere, son maneras de ver las cosas, porque el resultado que yo veo es que siempre está dispuesta a probar cosas nuevas, porque sabe que si no le salen, o no le gusta, nadie la obligará hacerlo, y si por el contrario disfruta la dejaremos que haga lo que quiera el tiempo que quiera.
Pues esto es en la práctica lo que os he contado.
MiniJu ve los pompones y demanda jugar con ellos, mamá aprovecha y le ofrece una herramienta nueva, unas pinzas para hielo que encontré un día y me parecieron muy buenas para el desarrollo de los músculos de los dedos, en la imagen no se si se aprecia bien, tiene que presionar en la parte de arriba (como si fuera un bolígrafo de punta retráctil) para que se abran los ganchos.
Debe de hacer mucha fuerza para conseguir abrirlo, así que enseguida me pidió cambio de utensilio.
Primero estuvo con una pinzas de azucarillos y luego con una cuchara de helado.
Y todos contentos porque todos ganamos, y nadie perdió.