En septiembre empezamos una vida nueva, no sólo MiniJu que empieza el segundo ciclo de infantil, también SuperP y yo, ya que nos hemos cambiado de
residencia, ahora vivimos en un pueblo mucho más pequeño (no llega a los 500 habitantes censados).
El motivo del cambio ha sido el colegio, ya que a pesar de estar a favor (muy a favor) del homeschooling no me veo preparada ni capacitada para ello, y la alternativa que más me atraía era la de un colegio rural.
En un cole normal, como al que iba a ir MiniJu, las clases son de 20 alumnos, y el ritmo es estandarizado, es decir, las clases son para 20 niños, no hay tiempo para individualidades, o así al menos es como lo veo yo.
Sin embargo, en este cole, hay 6 niños en la clase, que comprende de los 7 a los 3 años, para mí esto ya significa una ventaja. Este año han empezado mi hija y otro niño, se han quedado cada uno con una profesora, porque a pesar de lo animada que estaba MiniJu, en cuanto mamá se ha ido se ha puesto a llorar, desde luego que no es lo que yo hubiera deseado, pero lo que si me ha gustado es que me he podido quedar con ella, y luego la ha consolado una maestra y la han intentado calmar el resto de los niños.
Aquí la tenéis en el patio del colegio jugando en el arenero.
Con todas estas novedades os pido disculpas por el tiempo sin noticias en Churumbea, pero espero que comprendais que los cambios que se avecinan son muchos, nueva casa, nuevo pueblo, colegio y nuevo bebé.
Espero no abandonar tanto tiempo el blog.